
Rebozo de Santa María del Río
Este colorido textil, famoso en todo México, nació en los talleres de “la cuna del rebozo”.
La tradición del rebozo, uno de los accesorios más representativos de San Luis Potosí (y de todo México), data de la época prehispánica.
Y para conocer más sobre su historia y manufactura es obligado visitar Santa María del Río, población conocida como “la cuna del rebozo”, a un par de horas de la ciudad de San Luis Potosí, por lo que en cualquier momento podrás lanzarte a descubrirla.
Los rebozos que se confeccionan en Santa María del Río son a base de seda sintética, algodón y artisela, famoso material que permite a la prenda pasar por un anillo, lo que podrás comprobar durante tu visita, ya que existen numerosos talleres donde se muestra el trabajo artesanal de este textil. Uno de los más populares es justamente, la Escuela del Rebozo.
Antiguamente, el rebozo era usado por las mujeres distinguidas quienes lo mandaban tejer a su gusto y hasta tenían de distintos tipos y colores según la ocasión. Era un accesorio tan indispensable como la bolsa en nuestros días.
En Santa María del Río, los artesanos confeccionan sus diseños desde hace más de un siglo. Los hay de barbilla, que en un inicio eran solo de color café, y el palomo, que combinaba los tonos negro y blanco. Luego vino el catiteo, que era una especie de seda. Además, todos los teñidos se realizaban de manera natural, fermentando el añil o el líquen, que son los materiales de donde se obtenía el color.
Así pues, la tradición de tejer rebozos ha pasado de generación en generación, y de proceso en proceso. Los otomíes implementaron la técnica de ikat en la que se amarra y agrupan los hilos, pero también está el telar de cintura y una amplia variedad de trazos, tamaños y dibujos que te permitirán encontrar el seleccionar el ideal para llevarlo como uno de los mejores recuerdos de tu visita a San Luis Potosí.



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